Sí es así, la felicidad se construye todos los días, es cuestión de
tener paciencia, esperar, insistir...
Es como un juego, a veces para ganar hay que olvidar, otras, entrecerrar
los ojos y soñar, y las más de las veces, abrirlos desmesuradamente para no
perder de vista las piezas invisibles sin las cuales nos sería imposible
siquiera intentar jugar...
Esther! Que la felicidad está dónde uno la pone es una gran verdad. Pero a veces, demasiadas, estamos tan ciegos que ni la vemos o la ponemos en lugares equivocados. En esas dos niñas tuyas, sí que está la felicidad. En nuestros peques, que son los que consiguen que saquemos las fuerzas de hasta de debajo de las piedras.
ResponderEliminarBesitos de chocolate! Je,je,je